Eso parece haber inculcado el bueno de Juande Ramos a sus jugadores: voluntad, esfuerzo, equilibrio.
Lo que los chavales vienen demostrando en los últimos partidos, no es más que un acto continuado de fe en las posibilidades propias. Getafe y Sevilla, los últimos en sufrir una derrota dolorosa. No importan las dificultades, ni la estética, sólo ganar.
Dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa, y una de España, ganó con el Sevilla. Un club de segunda fila, acostumbrado a ser comparsa, convertido en campeón a base de hacer bien las cosas, con paciencia y tesón.
Con el Madrid... ¿quién sabe? ¿Le dejarán continuar la temporada que viene? ¿Se debe conformar un club como el Madrid con ganar, sólo con ganar, pero sin brillo?
Cada día parece que lo inalcanzable (un Barcelona estratosférico), se va transformando en difícilmente alcanzable, o en posible, en un futuro próximo, que pasa el próximo sábado, por ganar en el Bernabéu al eterno rival (todos son eternos rivales, por cierto).
Parece injusto que un bloque de juego vistoso,muy vistoso, que ha arrasado en cada competición que ha pisado, pierda una Liga que parecía ganada hace unas semanas, pero...
Ya queda menos para el desenlace.
domingo, 26 de abril de 2009
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